Crónica de Arco.

La Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Arco, ha celebrado su 34 edición en los pabellones 7 y 9 de Ifema. Ha reunido a 218 galerías de 29 países, siendo Colombia el país invitado y con una fuerte presencia en toda la feria.

Se puede decir que esta edición será recordada como una de las que presentaba obras menos arriesgadas con algunas excepciones como " El vaso medio lleno" del cubano Wilfredo Prieto. También escasa la presencia de videoarte y arte electrónico. El objetivo ers asegurarse el mayor número posible de ventas.

Además de las obras de arte se podían encontrar 28 librerías de instituciones culturales como La Fábrica, La Central o Laie y en el pasillo que comunica los dos pabellones se encontraba el espacio " As table are shelves" dedicado a los autores independientes llenos de pequeñas obras de arte literarias llegadas de Londres o Berlín.

El espacio "Lunch " decorado en madera y jardín con distintas propuestas gourmet: sushi, tapas y raciones de autor, tacos, cócteles.

Otros espacios relacionados eran " Arco Kids" espacio para los niños en el que disponían de actividades para ellos ( Foto 4), el foro dónde impartían conferencias y mesas redondas en torno al arte, los espacios de los diarios "El País", "El Mundo", la revista AD y la "Pop up Store" de Zara Home con productos exclusivos para la feria.

La clave para disfrutarla es relajarse, dejarse sorprender por lo que se va descubriendo a cada paso. a mi me atrajeron especialmente las obras "Palalah" de Jiri Dokoupil ( Foto 5) en la galería Juana de Aizpuru y " Sin título de Markus Oelhen ( Foto 6) en la galería Malborough.