El arte de colaborar

Con este título no me refiero a la solidaridad en general sino al hecho de ayudarnos entre amigos y conocidos.
No soy persona a la que le resulta fácil pedir ayuda, sobre todo, por vergüenza y miedo a que la persona en cuestión me rechace sin más o peor aún me diga que me busque la vida como pueda.
Por eso me he quedado tan agradecida cuando he empezado a pedir consejos, ayuda y recomendaciones y las estoy empezando a recibir incluso mucho más de lo que podía imaginar... A los que os estáis sintiendo aludidos leyendo estas líneas muchas gracias me habéis dado una alegría, os lo iré devolviendo de la misma manera que me los estáis dando, no me gusta estar en deuda con nadie durante demasiado tiempo, también sabéis que soy generosa y cuánto mejor os portéis conmigo más generosa seré.
Y a los que sutilmente o no tanto habéis escurrido el bulto: sólo deciros que la opinión y la estima en la que os tenía antes ha desaparecido por completo y no creo que podáis recuperarla, se siente, ahora tengo una confianza renovada en las personas.